La polémica acompañó a la carrera de la patinadora sobre hielo Tonya Harding. Después de superar una infancia dura y, cuando estaba en lo más alto, su esposo y dos criminales intentaron dejar inválida a su máxima rival en los Juegos Olímpicos de 1994, su compañera en el equipo estadounidense, Nancy Kerrigan.